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diciembre 20, 2015

Recuperemos la inocencia

 Aprendí de un mago anciano el antiguo arte de saber cuándo aparecer, para que brille en tu rostro una bella sonrisa que ilumine tus pasos. También me enseñó a crear, con palabras sencillas y puras, una sutil escalera que te lleva de la Tierra al Sol, de modo que recuerdes tu esencia divina en los momentos más críticos. Sentí, este instante es mágico. Sagrado. Hilvanaré estas letras, con la frecuencia del amor, para que los escalones cobren vida y tu cuerpo se eleve. Ascender es volver a Ser. Recuperemos la inocencia.

Hermosas flores, de radiantes colores y refrescantes aromas, están al pie de este sendero cristalino que hoy nos invita a subir para dejar de sufrir por las cosas mundanas. ¿Lo podés ver? Cada peldaño tiene el sensible y amoroso don de encender en tu corazón el recuerdo inmaculado de las cosas esenciales. A medida que subimos, sentimos que el cuerpo se ilumina y gana en liviandad, pues el cálido resplandor que vamos recibiendo despoja nuestras células de todo lo denso. Despacio, disfrutemos, no hay apuro.

La magia existe. Cada escalón también tiene la gracia de ayudarte a evocar las pruebas que pasaste en tu largo e intenso recorrido. Observá cómo las imágenes que aparecen en el piso van transmutando y dejan ver sus enseñanzas ocultas: la adversidad, el sufrimiento, la incertidumbre y la crueldad revelan que la confianza, la sensibilidad, la fe y la compasión estaban ahí, debajo del disfraz, para ayudarte a seguir creciendo. ¿Comprendés por qué es hora de celebrar? Muchas fueron las enseñanzas recibidas.

A medida que los rayos del Sol van recorriéndote, los dolores del cansancio desaparecen. Vivir en el mundo sin ser del mundo es nuestra tarea, sin embargo una y otra vez quedamos atrapado en la ilusión de creer que todo se limita a lo que experimentan nuestros sentidos. Es por eso que agradezco, de todo corazón, al sabio anciano que por amor me enseñó a crear -en la densidad de la materia- esta luminosa escalera que hoy nos ayuda a recordar que somos espíritus viviendo una increíble experiencia humana.

Entre tantos millones de personas, este mensaje te buscó para que tengas presente que todo pasa. No hay caos que pueda doblegarte. Sos luz, confiá. Continuá liberando tu esencia sanadora. Ascendemos a una nueva dimensión, tu espíritu lo sabe. Contemplemos la vida con los ojos del alma y apreciemos lo que resta de este apasionante y vibrante juego. Volvamos a sentirnos. Volvamos a lo simple. Volvamos a lo puro. Oí tu corazón. La vibración del amor nos llama a vibrar en Unidad. Recuperemos la inocencia.

Por Julio Andrés Pagano

Vine a reflejar tu luz


Este mensaje tiene una bella misión. Fue concebido con el don de abrazar tu corazón, infundiéndole confianza. Sus letras son sonidos que recorren tus sentidos y les anuncian el retorno de la magia. Hoy ingresaremos a una flor, que de manera sencilla y pura se abrirá para mostrarte que el amor está llegando de maneras muy sutiles. Vas a recordar. Te vas a emocionar. Tus alas volverán a energizarse. Aquí estoy. Vine a reflejar tu luz.

Cada vez que tus ojos surcan el cielo en busca de una señal, un ángel es encomendado a que vivencies cuánto se te ama. Puede que no lo veas, pero lo podés sentir. Su radiante halo emite la frecuencia que ahora te contiene en la vibración armónica de estas suaves palabras. Ellas te guían hacia el centro de esta flor, que emergió a la vera de tu camino gracias a la clara luz de tu corazón, que se cristalizó en los pasos de tu ferviente entrega.

Esta profunda paz no te es ajena. Respirala. Disfrutala. Permití que todo tu Ser se relaje al percibir la cálida bienvenida que se te ofrenda en honor al brillante amor que infundís con tu servicio humanitario. ¿Ves cómo en sus delicados pétalos se traslucen las gotas de conciencia que nutrieron sus raíces? Mirá desde tu inocencia. Sentí con el alma. No hay división entre la flor y vos. Es la misma esencia divina palpitando en otras formas.

Su fragancia es dulce y refrescante, al igual que tus expresiones. Sus colores vibran, al igual que todas tus acciones. Ella se abre cada día, al igual que tu sabio corazón, con la mirada puesta en el Sol para embellecer su entorno sin esperar nada a cambio. Así es tu interior, pulcro y reluciente. Cuando mires hacia atrás y veas tu rastro florecido, sabrás que valió la pena caminar. El ángel ríe. Unge tu frente con la savia del amor y se retira.

La hermosa flor que has visitado está enraizada en la claridad de tus huellas, por eso esta diáfana energía te resultó tan cercana. Nada de lo que hacés es en vano. Ni siquiera un simple paso. Por eso te aliento a que sigas y sigas andando, pues así vas propagando las semillas del cambio que humanizan la Tierra. Una vez más te celebro, me inclino y te agradezco. Caminamos por la misma senda. Soy un peregrino. Vine a reflejar tu luz.

Por Julio Andrés Pagano



diciembre 16, 2015

El Amor Florecerá en ti.

El perdón sucede solamente dentro del Poder del Amor. Este Amor llega en y a través de todo… preparando el terreno… el campo de la rectitud. El Amor es una Fuerza Majestuosa de la Vida del Padre. 

Para fertilizar el terreno de tu alma… para atraer este Amor Omnipotente… debes entregarte a ti mismo completamente al Espíritu Universal del Padre Hijo y a la Voluntad del Cielo. Debemos encarnar las Siete Virtudes del Espíritu de la Madre Universal y debes sacar la mala hierba de nuestro Jardín de la Consciencia. 

Las malas hierbas tienen hambre y crecen cuando alimentas cada clase de mala hierba con arrogancia e impaciencia… actitudes irresponsables al evitar la responsabilidad por nuestra naturaleza creativa. Estas malas hierbas crecen de las excusas y la negación… la racionalización, la justificación… culpando… ignorando… rebelándose… y algunas otras. 

Prepara tu campo del alma-personalidad contemplando las Siete Virtudes Fundamentales. Estas hacen crecer tus Valores Eternos… Significados… y 

Propósito, Adoración, Coraje, Consejo, Comprensión, Conocimiento, 
Visión de Fe y Confianza Intuitiva. 

Y éstas abren tu receptividad para construir Nuestra Asociación conjunta… Nuestra Relación… Nuestro Compañerismo… y Nuestra Ciudadanía Universal. 

Estas Virtudes y Valores abren al discípulo al Espíritu de la Verdad, Santo Consolador en donde Yo guío a Mis discípulos en su actualización. 

Por lo tanto, Virtudes… Valores… Verdades… allanan tu camino para crear la convicción con tus Convalidaciones por tu fe y confianza. 

…y esto los abre a cada uno hacia la Victoria.

Micael de Nebadon 
Micael Sananda Esu 
Espíritu de la Verdad, Santo Consolador 

Leales al corazón


Este mensaje se puede sentir. Fue escrito en medio del caos para expandir la cálida y armónica frecuencia de un nuevo y deslumbrante amanecer, que desde adentro sopla para encumbrar la ardiente llama que enciende en los rostros el brillo, la alegría y el color, y abre paso para que la energía del amor recorra con pasión todas las calles. Seamos leales al corazón. Potenciemos el maravilloso espíritu de este claro despertar, haciendo que los valores humanos resplandezcan.

Ser leales al corazón implica no traicionar lo que sentimos. Es confirmar y honrar con hechos lo que decimos. Es abrirnos y confiar en nuestra sabia voz interior, que sutilmente se expresa por medio de la intuición, y hace que le prestemos atención a las señales que orientan cada uno de nuestros pasos por el camino en donde no se oculta el Sol. Luminosa es la tarea que asumimos realizar, por eso se nos recuerda irradiar bien alto y fuerte, generando entornos de amor y paz.

Para sumarnos y ayudar a embellecer la creciente luz de este nuevo amanecer, no es necesario realizar grandes obras ni ocupar puestos de poder. Sólo basta con Ser cada día más sensibles y humanos, para que los valores que portamos puedan aflorar. La manera más simple y efectiva de hacerlo es sintiendo, pues si nos damos el permiso de sentir, volveremos a ver relucir, entre otros valores, al respeto, la bondad, la solidaridad, la honestidad, la coherencia y la franqueza.

Durante largo tiempo fuimos adormecidos por formas densas de vibrar. Sistemáticamente nos condicionaron a pensar y desear en entornos opresivos, dominados por la culpa, el miedo y el dolor. Ahora el contexto vibratorio está comenzando a cambiar, por eso el corazón se vuelve a activar en la medida en que sentimos, y al alinearnos con nuestra verdadera esencia hacemos latir la compasión, la tolerancia, la empatía, la libertad, la amistad, la humildad y la excelencia.

No más desconexión, no más deshumanización. Que nuestra llama interna relumbre para que podamos perdonar y sanar, aprendiendo a develar las enseñanzas ocultas de lo vivido. Seamos conscientes de que en el golpe por golpe vence la desunión, y se ciega al corazón. Vibremos en unidad. Son los valores humanos los que nos hacen sentir como hermanos, así que hagámoslos brillar. Seamos leales al corazón, para que en este nuevo amanecer la cálida luz del amor reine.

Por Julio Andrés Pagano