Páginas

Entradas populares

marzo 04, 2012

LA COMPASIÓN ES EL AMOR MADURO

En lo que respecta a los místicos de la Antigüedad, el énfasis que puso Gautama Buda en la compasión fue un fenómeno nuevo. Gautama Buda creó una línea de división histórica con el pasado. Antes de él, bastaba con la meditación; nadie ponía énfasis en la compasión además de en la meditación. El motivo es que la meditación trae consigo la iluminación, tu florecimiento y la expresión absoluta de tu ser, ¿qué más necesitas? En lo que al individuo se refiere, la iluminación es suficiente. La grandeza de Buda consiste en introducir la compasión incluso antes de empezar a meditar. Deberías ser más cariñoso, más bueno y más compasivo. Detrás de esto hay una ciencia oculta. Si tienes un corazón lleno de compasión, existe una posibilidad de que tras meditar puedas ayudar a los demás a alcanzar la misma belleza, la misma altura y la misma celebración que has alcanzado tú antes de iluminarte. Gautama Buda hace que la iluminación se pueda contagiar. Pero si la persona siente que ha vuelto a casa, ¿para qué molestarse por los demás? Por primera vez, Buda hace que la iluminación no sea egoísta; lo convierte en una responsabilidad social.

En perspectiva esto supone un gran cambio. Pero la compasión se debería aprender antes de llegar a la iluminación. Si esto no ha sucedido antes, después de la iluminación ya no queda nada más que aprender. Cuando alcanzas tal éxtasis, incluso la compasión parece estar impidiendo tu felicidad; es una especie de interferencia en tu éxtasis. Por ese motivo ha habido cientos de iluminados, pero muy pocos maestros.

Estar iluminado no significa necesariamente que vayas a convertirte en un maestro. Convertirse en un maestro quiere decir que tienes una extraordinaria compasión y que sientes vergüenza de ir solo a esos bellos espacios que la iluminación proporciona. Quieres ayudar a los que están ciegos, a los que están en la oscuridad buscando su camino a tientas. Ayudarles se convierte en una alegría y no en una interferencia.

De hecho, cuando ves a tanta gente florecer a tu alrededor, tu éxtasis se enriquece; no eres un árbol solitario que ha florecido en un bosque en el que no florece ningún otro árbol. Cuando todo el bosque florece contigo, la felicidad se multiplica; has empleado tu iluminación para revolucionar el mundo.