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marzo 04, 2012

La Red del Tiempo

Tal como acabamos de ver, es de vital importancia desmantelar nuestros viejos supuestos acerca del tiempo y el espacio, porque aquello que consideramos como el tiempo y el espacio “reales” son verdaderos prejuicios heredados de la infancia.
“La llamo la red del tiempo”, explicó Merlín, “porque me veo como una araña sentada en el centro de los acontecimientos, los cuales se desprenden de mí como los hilos de una tela de araña. Se necesita de todos y cada uno de los sucesos para tejer la red, de la misma manera que se necesitan todos los
hilos y, no obstante, tengo la opción de seguir uno a la vez, silo deseo”.
Para el mago es fácil pasar del tiempo local al tiempo universal, de ver las cosas como acontecimientos aislados a verlas como un todo.
¿Cómo aprender a ver el tiempo como un todo en lugar de una sola línea recta?
En la historia, Merlín le mostró a Arturo la manera de verse como el centro espacial del universo independientemente del sitio donde se encontrara. Lo mismo se puede hacer con el tiempo. Piense en este momento y después remóntese al día de ayer, al año pasado, a hace diez años. Continúe hasta llegar al día de su nacimiento y después acelere y vea los siglos pasados, la prehistoria, el comienzo del mundo.
Lleve la línea del tiempo hasta el nacimiento de la Tierra, del Sol, de las estrellas. Al disolver las estrellas y remontarse al universo primordial, llegará al momento de la gran explosión. Ahora su imaginación quizás no pueda forjar imágenes de un pasado más lejano, pero aun así no tendrá que detenerse.
No existe un verdadero comienzo del tiempo, porque para cada momento que denominamos principio, siempre podemos preguntar qué hubo antes.
Asimismo, si usted comienza en el momento presente y avanza hacia adelante en el tiempo, es posible que se le agoten las imágenes cuando visualice el fin del mundo, el fin del Sol, el fin de las galaxias. Pero el tiempo jamás terminará porque de todas maneras podrá preguntarse qué sucederá después. En pocas palabras, el tiempo es una eternidad que se extiende en ambas direcciones, independientemente del momento que uno escoja para el principio.
Esto nos dice dos cosas: somos el centro de la eternidad y todos los momentos del tiempo son iguales; lo cual debe ser cierto si la eternidad es igual desde cualquier punto en el tiempo. Se ha dicho que el tiempo es el medio del que se vale la naturaleza para impedirnos experimentarlo todo al mismo
tiempo.
También podríamos decir que el tiempo es la manera que tiene la naturaleza de dejarnos cumplir
nuestros deseos uno por uno, lo cual es, después de todo, la forma más placentera.
De hecho, cada momento es todos los demás momentos y lo que crea la ilusión del pasado el presente y el futuro es apenas el foco de nuestra atención.
La mente es el cuchillo que corta el continuo de espacio y tiempo en trozos concretos de experiencia lineal. Cuando usted pueda utilizar este poder conscientemente, será un mago.
“Escribe las palabras ninguna parte”, le dijo Merlín a Arturo. “Después escribe aquí y ahora. En esas pocas palabras tendrás la verdad sobre el espacio y el tiempo.
Tú naciste en un continuo que no tiene principio en el tiempo o el espacio. Siendo infinito y eterno, no vienes de ninguna parte.
Sin embargo, este continuo infinito y eterno se ha manifestado como este momento. Tu mente y tus sentidos han localizado la eternidad en un punto, que es aquí y ahora. La relación entre ninguna parte y aquí y ahora es la relación entre lo infinito y este momento que vives ahora”.