Silencio… Silencio… sólo se escucha el leve latido del corazón. Sonoro…limpio… suave. La armonía del sonido que se hace silencio.
Ausculto mi interior… con el puente de la concentración… intuición.
Contemplo extasiada los destellos de luz de mis átomos, moléculas, protones… neutrones… un campo de energía inunda mi Ser.
Espirales de luces emanan con multiplicidad de colores…
Soy un centro de ígneos fuegos, de energía.
De conscientes luces que me hablan de la Fuente Suprema
El Sagrado origen del Incognoscible… El Amor.
El Desconocido; pero por siempre existente ¡El Absoluto.
Descanso en la luz… me acompaña el sonoro canto del corazón.
Hay una paz por doquier en mi Universo interior.
Duermo en el Espíritu del Uno –Santo y Divino Espíritu.
Descubro el Infinito que hace desaparecer mi forma.
El Santo Aliento del vibrante sonido de Om… Om… Mar.
Su cadencioso oleaje me atrapa me arrastra,
Me sumerjo en la profundidad del Océano
Yo Soy El Eterno.
Silencio… Amor… Luz… Paz.
El Yo limitado ya no existe… solo luz… Soy Luz,
La Plenitud del Amor transfunde todo el Ser sin forma,
Inicio un diálogo sin palabras sin expresión sin pensamientos,
Te he Realizado a Ti,
Por siempre Eterno… In manifestado. El Uno en El Todo
Y mi Yo Supremo absorto te contempla. El gozo se desborda
Una riada de Bienaventuranza…! Silencio. Cesaron las notas!
