Cuando no te sientes libres…

Cuando no te sientes libres… eres tú el que ha restringido esa libertad… eres tú el que ha creado su propia cárcel… tu propio encierro. Eres tú el que ha dejado de hacer cosas por el qué dirán… eres tú el que pone trabas a los más elevados deseos de tu espíritu. En vez de aceptar eso… buscas culpables… y siempre encontrarás a alguien para responsabilizarlo de tus infortunios ¡Cómo pretendes solucionar tus cosas si abrigas resentimientos! Mejor toma tu tiempo de reflexión y pregúntate ¿Qué me impide hacer lo que amo? ¿Por qué culpo a todo fuera de mí para no disfrutar de la vida? ¿Quién me manda a seguir la corriente a los demás si ello no coincide con mis pensamientos y mis deseos? Encuéntrate a ti mismo y encontrarás tu lugar en el mundo. Recibirás inspiración para desarrollar y expandir tus virtudes… tendrás una visión más amplia de la vida y conexión permanente con tus estados elevados de consciencia. Hay dos aspectos que a la humanidad la limitan… el miedo a la muerte y el instinto de supervivencia. Ellos te apartan de la vida… de tu vida… tu campo energético se altera y te desconectas de la mente de Dios. Y es así cuando dejas de vivir… aunque sigas en este cuerpo. Y cuando piensas en sobrevivir… vives para ello… te levantarás por la mañana con una mochila pesada porque irás a un trabajo que no estás seguro que sea lo que quieres hacer… pero te dará el sustento ¡para sobrevivir! Empieza a vivir… a crear tu propia realidad… no hay nada que temer... y comienza a derribar los barrotes de la cárcel que tú mismo has construido.
Que Dios te bendiga!!! Que la paz reine siempre en tu espíritu!!!

Ignacio Rivas