No todo lo que pasa en nuestra vida tiene un origen karmático.

No todo lo que pasa en nuestra vida tiene un origen karmático. No siempre lo malo que nos sucede está relacionado a una causa anterior que nosotros mismos hemos generado. Cada uno ha elegido un camino, un sendero, hasta muchos de los obstáculos que en nuestra vida se nos atraviesan. Pero si no es causa y efecto ¿qué es? Todo en nuestra vida tiene una razón de ser. Y en todo siempre está el bien… lo mejor para nosotros… hasta lo más traumático y doloroso. Si se te presentan este tipo de circunstancias, piensa que puede ser tu oportunidad de reaccionar… para entender tu realidad… para desestructurar tu esquema de pensamientos… para descubrir una verdad distinta a la que te han enseñado… para acercarte más a tu interior, al Creador, a tu propia esencia. Piensa también, que determinadas experiencias te fortalecen, te elevan y son la base para construir lo que has venido a hacer en esta encarnación. Y piensa que esos sentimientos negativos inevitables en el pasado, deben ser trascendidos en tu propia esfera interna, hasta que te resulten ajenos e incomprensibles, pase lo que pase. Esa es parte de tu elevación de consciencia. Por ello, ante cada adversidad, cada trauma, o lo aprovechas para reflexionar y despertar, o te abandonas al sufrimiento, a la culpa, a la injusticia, a las responsabilidades ajenas. De ti depende. 
Extracto de la segunda parte del libro "Ignacio Rivas y sus Mensajes de Dios"