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diciembre 30, 2012

¡Vuela…!

¡Vuela…! Debajo de ti sólo está ese profundo, misterioso e inmenso mar, que te ayudará a purificarte, a limpiar tu alma a medida que pasas sobre él, todo es liberado y limpiado.

Mantente volando. Haz piruetas en el cielo, nada que temer. Juega como solamente lo hace un ave que se siente en completa libertad y rodeado de la más sorprendente hermosura. No permitas que este bello paisaje se empañe. En este lugar no hay espacio para el rencor, ni para la venganza, sólo para el perdón, libérate de todo sentimiento que no sea el amor.

Pero, para perdonar, tienes que encontrarte a ti misma/o. Tienes que arrancar de ti, eso que tanto dolor te produce y que no te permite seguir tu vuelo: hacia nuevas rutas, nuevos horizontes, que están en este momento al alcance de tus manos, de tu corazón. Confía y libera, a que temer?

Por Orianna de Mu