Si los tuvieres, tanto en tu hogar como fuera de el.
Todas las personas merecen de tu respeto y consideración, así como tú eres merecedor del de los demás.
Al hacerlo, más temprano que tarde, empezarás a comprender que ningún proceso de ira, en realidad ni fueron, ni son tuyos. Te permitirá acceder a un nuevo camino: el del perdón.
…y así, comprenderás que aquellas personas contra las que volcabas tus iras, no fueron responsables tampoco de sus iras o actitudes.
El control de todo proceso de ira, es en realidad, el descubrimiento de un nuevo conocimiento, relacionado a tu profunda esencia de amor al que está estrechamente ligada la sabiduría, pues esta no existe fuera del sentimiento del amor.
Se hace imperativo, que asumas ese control, en estos momentos en que los índices de violencia se están incrementando, y cuando es necesario, aprender a controlar cualquier vestigio de ira, que pudiera llegar a nuestras mentes o corazones.
De esa manera podremos sortear de la mejor manera el cáos que se viene viviendo, desde hace algún tiempo atrás, pero que se ve acentuada en los últimos días en todas partes. Se me ocurre darte como ejemplo el caos en el que degeneró el recibiendo de la fanaticada argentina a su selección, donde aparentemente grupos de pandilleros se volcaron contra las personas y los negocios del centro bonaerense, pero también en otras regiones, de aquel país.
Ocurre, que los procesos de ira, al ser energía, negativa, se expanden y al encontrar a sus similares, se fortalece, degenerando en actitudes grupales de violencia.
Por un mundo libre de violencia
A.Ursula Goyzueta
