Tu cuerpo es tan sagrado como tu espíritu, como tu alma y está bien que lo cuides…

Tu cuerpo es tan sagrado como tu espíritu, como tu alma y está bien que lo cuides… que lo embellezcas… porque es el medio a través del cual expresas tu divinidad ¿Pero haces lo mismo con tu espíritu? ¿Quieres atraer a un ser especial… un compañero de vida que te ame… te cuide… te respete… te valore… te haga el amor con la mirada? La verdadera belleza de las personas es invisible a los ojos. Alimenta tu espíritu… ámate a ti mismo… acepta tu cuerpo aún con imperfecciones que son solo visiones de tu propia debilidad. Siente el Amor que hay en ti… irradia y expande tu brillo interior. Solo así encontrarás un compañero amoroso de vida. Con tu apariencia externa… atraerás a personas que viven de la apariencia y estética corporal… para satisfacer las necesidades del cuerpo, pero no los deseos del alma.

Extracto de la segunda parte del libro "Ignacio Rivas y sus mensajes de Dios"