Por eso, dejar de preocuparnos por cosas efímeras y que no traigan beneficios de crecimiento es un tiempo desperdiciado. Si, es algo trabajoso enfocarse solo en lo positivo cuando aún se está rodeado de las circunstancias penosas de un mundo 3D en proceso de cambios; pero observen, dentro de estos cambios ya se está creando casi a la velocidad del pensamiento, ya muchos pueden experimentar la creación física de lo que piensan y sienten a esta misma velocidad, por eso ¡cuidado! es imperante que se observe lo que pasa por la mente con lo que esté sintiendo el corazón paralelamente a eso que se está pensando. El corazón está generando energías y, con mayor potencia esos paquetes de información están está siendo lanzados al espacio.
Hagamos conciente por medio del ejercicio diario y la meditación todas las emociones que se están trabajando. No dejarse llevar por los impulsos requieren de una mente entrenada lo que se puede lograr con la práctica diariamente, el estudio y el conocimiento.
Hay actividades sencillas que pueden ayudar como leer, salir y disfrutar de la naturaleza o simplemente ocuparse en una actividad que les guste y que apaciguen los torrentes mentales de baja frecuencia. No se trata de escapar de los mismos, se trata de entrenarse en el arte de la observación pacífica tal como lo haría un espectador.
Son tiempos claves para los cambios, sin nada a que temerle; con un corazón, una actitud de agradecimiento, sientiendo paz y generándola, con alegría de tener el privilegio y la gran bendición por vivir en estos tiempos, preparémosnos momento a momento para recibir el mayor de los regalos.
