Eres energía… tu espíritu necesita de su alimento energético para subsistir y desarrollarse.

Eres energía… tu espíritu necesita de su alimento energético para subsistir y desarrollarse. Así como nuestro cuerpo, nuestro paladar, nuestro estómago… se habitúan a determinados alimentos, los gustos, el olor, el sabor… lo mismo ocurre con la energía… que se adapta y retroalimenta con frecuencias específicas. Tú eres responsable de todo alimento que ingresa a tu vida, a tu cuerpo y alma... así que pregúntate que está pasando con tus elecciones… cuando personas y situaciones alteran tu espíritu. Muchas veces confundes por donde pasa tu felicidad y llevas a tus pensamientos conscientes cosas o realidades que tu espíritu no anhela. Te generas expectativas desmedidas que al no cumplirse te traen aparejado depresión y angustia. Eso no es el alimento adecuado para tu espíritu… es tu ego retroalimentándose… y como sabes… el ego es insaciable con sus demandas. Recuerda que vales por lo que eres… no por lo que tienes. Ten presente que el único valor que importa es el que tú te das a ti mismo… no el que te asignan los demás.

Extracto de la segunda parte del libro "Ignacio Rivas y sus Mensajes de Dios"