Nada de la existencia material es malo.

Nada de la existencia material es malo. Ni el sexo… ni el dinero… ni los bienes… ni las necesidades externas. Todo es energía y la diferencia estriba en las formas y modos de utilización. Es el uso adecuado de ellas lo que configura tu realidad y lo que en definitiva determina cada circunstancia que llega a tu vida. Sé sincero contigo… no digas que entiendes la Ley de causa y efecto y después te preguntes porque suceden las cosas… porque me pasa esto a mi. Elige siempre lo más conveniente para tu evolución. Sé inteligente… usa el sentido común y no caigas en extremos… ni consumista de todo… ni aislarse y desprenderse de todo. Dale a tu cuerpo y espíritu lo que ellos necesitan. Eleva tu consciencia… no tendrás dudas de lo que ellos te demandan…. te sorprenderás de la cantidad de cosas de las que prescindirás en tu vida... y de las que verdaderamente son valiosas y reconfortantes para ti.

Extracto de la segunda parte del libro "Ignacio Rivas y sus Mensajes de Dios"