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julio 01, 2012

Recomendaciones para realizar una ´´Meditación´´ más eficaz

Debéis ordenar vuestra meditación de acuerdo con una norma y un horario precisos. Es una idea muy buena tener un rosario para que podáis comprobar vuestras etapas de meditación. Podéis conseguir un rosarikbudista o hacer vuestro propio rosario con cuentas de diferentes tamaños, pero cualquiera que sea el método que utilicéis debéis ateneros a un horario muy rígido. Debéis meditar en la misma habitación y a la misma hora con la misma túnica.
Comenzad eligiendo un pensamiento o una idea y permaneced sentados tranquilamente ante vuestro pequeño altar. Tratad de eliminar todos los pensamientos exteriores, concentrad vuestra atención en vosotros mismos y meditad sobre la idea que habéis elegido. Cuando os concentréis, observaréis que se produce Un ligero temblor dentro de vosotros; eso es normal, esa débil vibración prueba que el sistema de meditación funciona bien. He aquí algunas sugestiones:

1. Que vuestra primera meditación sea acerca del amor. Pensad bondadosamente acerca de todas las criaturas vivientes. Si bastantes personas tienen pensamientos bondadosos, con el tiempo alguno de ellos se transmitirán a otras personas y si podemos conseguir que un número suficiente de personas piense bondadosamente en vez de abrigar malos pensamientos el mundo será un lugar muy distinto.
2. Después de la primera meditación sobre el amor podéis concentraros en la segunda meditación, que os hará pensar en los que están en desgracia. Mientras pensáis en ellos "vivís" realmente sus penas y sus miserias y por medio de vuestra compasión les enviáis pensamientos —rayos— de comprensión y simpatía.
3. En la tercera meditación pensad en la felicidad de otros, alegraos de que por fin hayan obtenido la prosperidad y todo lo que anhelan. Mientras pensáis en esas cosas proyectáis al mundo exterior pensamientos de alegría.
4. La cuarta meditación es la meditación del mal. En ella dejáis que vuestra mente medite acerca del pecado y la maldad. Pensáis cuán estrecho es el margen entre la cordura y la locura, entre la salud y la enfermedad. Pensáis cuán breve es el placer del momento, y cuán omnímodo el daño que causa entregarse al placer del momento. Pensad en el dolor que puede causar el fomento del mal.
5. La quinta meditación es aquélla por la cual alcanzamos la serenidad y la tranquilidad. En la meditación de la serenidad os eleváis sobre el plano mundano, os eleváis sobre los sentimientos de odio, os eleváis sobre los sentimientos del amor terrenal, porque el amor terrenal es un sustituto muy pobre del real. En la meditación de la serenidad ya no os molesta la opresión ni sentís temor, ya no deseáis la riqueza por ella misma, sino por el bien que podéis hacer a los demás. En la meditación de la serenidad podéis contemplar vuestro futuro con tranquilidad, pues sabéis que en todos los momentos vais a actuar lo mejor posible y a vivir vuestra vida de acuerdo con vuestra etapa de la evolución. Los que han llegado a ese estado se hallan en el buen camino y pueden confiar en que su saber y su conocimiento interior los liberará de la rueda del nacimiento y la muerte.

Para la meditación uno debe aislarse de las corrientes terrestres, porque, si se tienen corrientes terrestres circulando alrededor, se piensa sobre las cosas de la Tierra y a "la manera terrestre". Y uno lo que quiere hacer es posesionarse y tener control sobre el motivo de la meditación. Por ello el primer requisito para dedicarse a la meditación es evitar el viejo amigo estreñimiento. (¡Oh, éste es un asunto muy importante!) Y ponerse una túnica para meditar. Tal túnica casi siempre es de material negro y debe cubrir de cabeza a pies. Debe en realidad cubrir la cabeza y la mayor parte de la cara. No es necesario tampoco sofocarse, por supuesto; y, si la túnica es diseñada debidamente, esto no sucederá. Pero lo más importante es que hay que aislarse • mediante este paño negro de influencias externas. El cuerpo ha de ser protegido de la luz del sol, porque la luz del sol colorea los pensamientos y los pensamientos no deben colorearse. Se deben pensar los propios pensamientos y tenerlos sometidos al propio control.

Bueno, sí se es diestra en el manejo del hilo y la aguja puede hacerse algo como esa túnica, asegurándose de que sea lo suficientemente grande. No importa si resulta como una carpa o una bolsa, aquí no se trata de fabricar un modelo a la moda. El único fin es eliminar las influencias externas, por lo cual la adaptación no importa y cuanto más grande sea, dentro de lo razonable, más cómoda será. Ha de usarse esta túnica sólo para meditación y no para otro propósito, manteniéndola a salvo de que ningún otro la use o toque, porque, si algún otro la usa o se la prueba le infundirá su propia influencia —y se trata de evitar influencias extrañas— y será un nuevo obstáculo.

Meditando en esta condición de aislamiento tan o se halla inmune contra influencias ajenas, por lo cual se puede llegar al fondo del asunto que a uno le interesa. Uno puede trasportarse a través de las diversas etapas de la meditación, profundizando cada vez más y más, de manera que al final se, puede meditar en tal estado como si se estuviera flotando. Una vez alcanzado este grado de meditación, se conoce una cantidad de cosas que van más allá del décimo; más allá del décimo de conciencia y dentro de los nueve décimos de subconsciencia. Recordad aquí nuevamente que este "subconsciente" en modo alguno significa que esa fase particular de la conciencia sea inferior. La partícula "sub" generalmente quiere decir "inferior", pero en este caso se visa para indicar lo que se halla por debajo del umbral de la conciencia mientras que "supra" indicaría lo que está más allá o por arriba del umbral de la conciencia.

L. Rampa
Por Bodhi Magadh