Mucho se habla del amor; pero pocos lo conocen ni se deciden realizarlo. El amor hay que descubrirlo para sentirlo con su cualidad de Plenitud. Es necesario desdoblarse en si mismo para experimentar el gozo que da su esencia. Es indudable, que cuando se vive en amor se sirve con gozo al hermano, y este amor se hace supremo porque es Dios mismo, emanándose como amor en todo lo creado. Este amor que es verdadero mitiga y supera las ansias que con deseos nos volcamos en el mundo en pos de cosas irrelevantes. Y mientras esto ocurre, el dolor va desapareciendo y finalmente sucumbe a la presión del amor. Es entonces, que para recurrir y vivir esta máxima experiencia; es imprescindible abrir la conciencia y deshacerse de prejuicios de intolerancia, de apatía, de codicia y de egoísmo con violencia; es por tanto exhibir una vida en rectitud, fe y confianza. Es también, hacerle un espacio en el corazón y activar la llama para que se expanda a través de pensamientos positivos y nobles sentimientos, y con ello se auspicia una vida en armonía; aunque se transite por caminos sinuosos por las pruebas, propias del sendero de realización.
Amar con amor verdadero es lo más sublime que vive el Ser, que no escatima en modo alguno entregarse a cambio de nada; su entrega es absoluta y firme y no se negocia, aún se desenvuelva en planos humanos.
Amor Es comprender la verdad que encierra cuando se nos dice: “Amar a Dios sobre todas las cosas…” porque Dios es el amor; como también cuando se apunta: Amar al hermano con respeto y como se quiere uno mismo. ¡Realicemos el amor verdadero! , y aseguraremos un destino feliz, viviendo en el amor y en Dios como Principio de Verdad en nuestras vidas.
Por Lesbia Mercedes Gómez
