"De Dios, -como reza un dicho conocido por estos lugares-, hay que hablar siempre: a tiempo y a destiempo". Igual que alguien puede o no estar "preparado" -cosa que es definitivamente muy relativo- para escuchar o recibir, lo mismo alguien , cualquiera es libre de expresar, compartir, explicar, relatar lo que sienta en el momento que lo sienta, sean quienes sean sus interlocutores. Y si alguien o un grupo de álguienes no están preparados para escuchar algo, a lo mejor "este" o cualquier momento es el más adecuado para comenzar a estarlo..
Si estuviera el Universo, o las fuerzas de la Naturaleza, en todo instante calibrando si "es o no adecuado" el momento para manifestarse, estaríamos todos aviados. Desde luego que, si así fuese, la creación, como tal, ni existiría... Y mucho menos, si esta fuese a merced o según si una u otra conciencia se siente o no se siente preparada para esperar el "big bang"..por ejemplo.
No podemos estar pendientes si este o aquel está o no preparado para escuchar algo. Simplemente, hemos de expresar lo que sentimos en cada instante, sintiendo e intuyendo nuestra especial ocasión para que así sea. Si quien expresa lo hace desde su propia coherencia interna, desde su sentir y en armonía con las necesidades propias del instante presente, todo habrá de ser bienvenido para bien o para menos bien. Se trata de que asumamos que no podemos estar toda la vida pensando cómo, cuándo, dónde debo o no debo expresar un sentir o una reflexión. Se trata de estar siempre en aceptación sea cual sea la situación o el mensaje que debamos asumir o expresar...
Si estuviésemos pensando en el momento perfecto para algo, .. que da la sensación que es en lo que más caemos, nunca haríamos nada. Nunca expresaríamos nada. Seríamos robots, entes sin ningún tipo de creatividad. Y sin energía, ni capacidad de acción y reacción. Seríamos entes programados para un fin..Sin voluntad propia. Y siempre, temerosos de que se haga o cumpla o presente , en vez de fomentar que se haga, se cumpla o se presente cualquier ocasión para Ser..sin más.
Si es o no constructiva o reveladora la experiencia, eso ya dependerá de cómo aceptamos la existencia cada uno de nosotros y cómo la cualificamos. Gracias a los grandes transgresores de lo que debería o no debería ser, vamos dando grandes saltos de conciencia y adquiriendo consciencia.. Y dejémonos ya de autoengañarnos para retrasar lo que en esencia no contempla la propia Creación...
La Creación es osada por definición y naturaleza..
¿A qué viene esa constante "loa" al temor como forma de no-actuación como definición?
Claro que creo en la mesura, en la prudencia, y en el necesario equilibrio. Pero, son cosas distintas. Por que, también creo en la imprudencia necesaria, en la desmesura oportuna, y en el desequilibrio de cualquier orden impuesto como común y constante proceder para neutralizar la insana tendencia del ser humana a una pasividad contraria a las propias leyes universales que tienen como uno de los más grandes empujes y razones de existencia en la ley del movimiento constante como definición de Vida y Existencia...
Somos. Y Somos por que el movimiento define a la propia Vida. Sin movimiento no tendríamos conciencia de existir.
Sea cual sea la fuerza que impregne y empuje al Ser, provenga de donde provenga, es Ley y conforma el juego sagrado y natural de la Existencia...
A tiempo y a destiempo. Pero, con consciencia.
Es mejor ser que dejar de ser por miedo...Al menos, en este momento que el ser humano experimenta. Una actitud aparentemente pasiva, como una meditación en medio de la vorágine del trabajo, en el mismo espacio profesional, y ante la mirada de quienes te rodean.. es también una acción a tiempo o a destiempo, según, que provoca igual reacción -a tiempo o a destiempo; fuera o no de lugar..según- , que la acción premeditada en cualquier otro terreno.
La cuestión es hablar de "Dios" a tiempo o a destiempo. Da igual, si es lo que marca tu más profundo y consciente sentir.
Buen día de consciencia para todos.
Isabel De La Fuente."
