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enero 08, 2012

Decide lo que deseas… cree que puedes tenerlo, cree que lo mereces, cree que es posible para ti


Sabemos que somos Hijos amados de Dios nuestro Padre Creador y que Él en su infinito amor nos ha dotado de Su gran Abundancia.   También sabemos que somos co-creadores y que podemos cambiar el medio ambiente que nos rodea. 
Eso lo hemos leído, escuchado y conocido desde hace algún tiempo, pero todavía no hemos aprendido a ponerlo en práctica, para lograr nuestros deseos. ¿Y de qué sirve saberlo si no hemos podido lograr que nuestros deseos se manifiesten? ¿Qué hemos estado haciendo mal? 
Sabemos que existen las Leyes Universales y una de ellas, es la Ley de Atracción.  Muchos la conocemos como la Ley de Retribución, porque “lo que das, recibes”.  Y así es.   Pero no solamente se trata de “dar”, sino de pensar y desear.  
Recibimos lo que estamos pidiendo, pero ¿cómo lo estamos pidiendo?  Es necesario que tengamos muy claro que al pedir se deben seguir unos cuantos pasos. 
1.      Desear lo que queremos, para bienestar mío y de todos.
2.      Pensar en lo que queremos e imaginarlo como que ya lo tenemos.
3.      Sentirnos agradecidos porque se nos ha concedido nuestro deseo.
 
Esto significa que tengo que estar seguro de qué deseo.  Me gustaría tener dinero para irnos de vacaciones este fin de año; me gustaría ir a Cancún… no mejor, me gustaría ir a Vallarta, creo que ahí hay menos gente. Quisiera que fuéramos todos, bueno mi hijo … y su familia, van a pasar el fin de año con la familia de mi nuera… pero todos los demás, en un bonito hotel.  A mí me gusta el Camino Real pero dicen que hay otros muy buenos…  
1. Primer paso: concretar. Como ven en el ejemplo anterior, me pasé divagando, sin concretar qué es lo que realmente deseaba.   Mi deseo es pasar unas agradables vacaciones en una hermosa playa, con todos mis hijos y mis nietos. 
2. Segundo paso: imaginar el deseo, como concedido. Entonces imagino que estamos en la playa, en un hermoso hotel, cómodamente sentados, con una bebida fría en la mano, y otros jugando con los niños en el agua azul.  Todos felices. 
3. Tercer paso: Repetir hasta que se conceda, de forma variable, Padre gracias por estas hermosas vacaciones que todos necesitábamos.  O gracias Padre porque has cumplido mi deseo.  O gracias Padre por permitirnos disfrutar de este tiempo todos unidos en armonía en un hermoso lugar.
Pero nada de esto funciona si no CREEMOS que así se manifiestan las cosas que deseamos, si no CREEMOS que merecemos recibir los dones que nuestro Padre nos ha dado y si no SENTIMOS agradecimiento por todo lo que ya tenemos en nuestras vidas y por lo que deseamos recibir.  
Dios nos ama y desea que seamos felices, para lo cual nos da todo lo que necesitamos.