Páginas

Entradas populares

marzo 29, 2013

SER DIOS

¿Qué es ser Dios? Vivir como Dios es ser como Dios es; es simplemente ser como sois y vivir como lo hacéis. Ser Dios no implica ser algo diferente a lo que ya sois, porque lo que sois detrás de vuestras máscaras es belleza sublime, poder impresionante y la razón de toda vida.

Para ser como Dios y vivir como él, lo único que tenéis que hacer es ser vosotros mismos y vivir solamente para vuestra felicidad y gozo.

Aun así conservaréis vuestra belleza única, vuestro carácter y estilo. La única diferencia es que ahora reconocéis que el magnífico y grandioso misterio llamado Dios se encuentra en cada momento que respiráis, que vivís, que os intercomunicáis con este magnífico plano de existencia.

Qué mejor cumplido le podéis dar a vuestro bello «yo» que decir:

«Yo soy en este momento lo que glorifica y exalta este momento, porque yo soy lo que ha creado y ha visto todas las cosas como vida intensa que se desvela frente a mí. Yo soy Dios, el creador que reconoce la creación y, sin mí, nada existe».

Ser Dios es amaros por encima de todas las cosas, apreciaros a vosotros mismos por encima de todo y no ver nada más divino que vosotros.

Ser como Dios es permitiros tener cualquier pensamiento en el reino de Dios y vivir la emoción de ese pensamiento.

Daros cuenta de vuestra divinidad no es algo difícil de hacer; es simplemente apartarse de los viejos hábitos y elaborar nuevos.

Es adquirir el hábito de llamaros dios ilimitado en vez de hombre vulnerable.

Es adquirir el hábito de saber en vez de creer; de reír en vez de preocuparse; de ver la bondad útil en todas las cosas en lugar de ponerles peros.

Es adquirir el hábito de permitir que vuestra vida se desarrolle en lugar de forcejear con ella.

Aprended a ser una entidad humilde; mientras más humildes seáis, mientras más os entreguéis al amor del yo y mientras más os permitáis florecer, mucho más presente estará dentro de vosotros la gloria del reino de los cielos. El gozo es la magia que permite que esto ocurra.

Sed amables con vosotros mismos y dejad de compararos con otros. Confiad en vosotros mismos y conoced la virtud que encarnáis.

Aquellas cosas por las cuales os habéis juzgado a vosotros mismos sin cesar, aceptadlas y dejadlas ir, dejaos el camino libre para ser felices. Al hacer esto, abrís campo para que el gozo sea una realidad dentro de vosotros.

Permitid que el yo avance y sea vivido. Cuando lo hagáis, os asombrará encontrar que en verdad sois entidades de gran compasión y gran amor. Y os daréis cuenta de que poseéis las virtudes que pensabais que solamente otros tenían.

Cuando dentro de vosotros veáis la belleza y la gloria que yo veo en vosotros, podréis mirar a los ojos de todas las entidades y ver vuestro propio reflejo en ellos, porque ya entenderéis que el Padre que vive dentro de vosotros vive dentro de toda la humanidad.

Cuando cada uno se dé cuenta de que es Dios, eso es lo que verá en toda la gente, toda la vida. Entonces comprobaréis que vuestro poder supremo y el gozo se encuentran en las actitudes de compasión y de amor incondicional. Será entonces cuando le permitiréis a toda la humanidad tener esa misma libertad para existir y vivir como el Padre interior ha permitido vuestro divino ser. Ya sabréis que todas las entidades no están ni malditas ni perdidas, sino que en verdad se están convirtiendo en el Padre interior, porque por herencia les corresponde llegar a serlo.

Ahora, el entendimiento que estáis sintiendo en este momento, unido a la luz que estáis transmitiendo en este momento, os llevará hacia un entendimiento mayor y una mejor existencia, la que hemos estado preparando desde hace tiempo para permitirle a la belleza de la humanidad mostrar un modo de pensamiento más ilimitado.

Hemos preparado un espectro de vida que le permitirá a la carne vivir mucho más tiempo del que jamás haya vivido. Y vosotros, quienes sois amados completamente por nuestros seres, vais a saber lo que es vivir como dioses en la utopía.

Animaos con lo que estáis aprendiendo y deleitaos en los momentos que pasáis para llegar a ser Dios. Os están preparando para un mejor día, uno en el cual la mayoría de vosotros tendrá ojos para ver, manos para sentir y oídos para escuchar lo que va a suceder aquí en Terra, la esmeralda de este universo.

Sin importar qué tan largos sean los días que pasemos juntos, permitid que se enriquezcan de nuevo conocimiento y el gozo que vendrá al experimentarlo. Os aseguro que lo que estáis aprendiendo se extenderá más allá de los hijos de los hijos de vuestros hijos; será un modo de vida para ellos. Y alegraos por ellos, porque son el medio por el cual podéis regresar a este plano.

Sois inmensamente amados y recordados con toda sinceridad por todo lo que hacéis y todo lo que sois. ¿Conoce el viento cada hoja sobre el árbol? En verdad sí, porque a todas las estremece con su despertar.

Es hora de que empecéis a creer que valéis algo, después de todo. Y cuando ya no sea necesario que estas palabras las atrape el viento y las lleve a grandes distancias de vuestro mundo, veréis para qué era todo ese alboroto de la preparación.

Y asi es.
Ramtha