Serán felices cuando aprendan a respetar las diferencias. Serán felices, cuando acepten por morada la naturaleza respetando su conjunto, Entiendan, no hay determinismo absoluto en el destino, el destino se puede cambiar, consiste el cambiar el modelo de vida, insistiendo en la transformación de pensamientos, sentimientos y acciones. Los programas asumidos por el alma se plasman en la psiquis como temores y premoniciones, que al no conocer el origen, convierte al hombre en irresponsable, temeroso y cobarde, aceptando estos eventos desagradables como castigo de Dios, sin apenas comprender que cada hombre es artífice de su destino, y que lo que vive o experimenta bueno o no bueno, obedece a la justicia de las leyes, y aquello en apariencia malo, es una trasgresión a la misma, aplicándose aquí la expresión: “Eres hijo del pasado, y serás por siempre Padre del futuro.,,” Ordena tu vida de manera que no arrastres las pesadas cadenas que amarran con ignorancia y dolor. Vuélvete a tu origen divino, y permite ser el sacerdote que oficia el sacrificio de redención; ofreciendo en el Altar del Templo Interno el incienso que reduce a cenizas las acciones del pasado. Libre se es de escoger; pero se estará obligado a recoger como efecto real de lo que con anterioridad y a voluntad se escogió. No hay escape, solo tú puedes ser el alquimista de tus deseos y destino. Destruyan los celos, el egoísmo, pasiones nocivas, únanse a los que quieren el progreso moral de la humanidad. Ser bueno y constante en obediencia es la Regla de Oro para realizarse.
Marquen el rumbo a seguir, no se detengan en lamentaciones de lo que fue el ayer, el día surge después de una noche obscura. La vida avanza, no hay retroceso. El retroceso existe para los perezosos espirituales. La puerta se abre cuando colocas las llaves del conocimiento de Dios, su Amor y Justicia. Se infiere entonces, que cuando se comprende lo anterior hay que complementar con unas reglas básicas orientadas a la transformación del ser; y están comprendidas en cánones sencillos de aplicaron; pero siempre existe una reticente actitud que no permite acceder y cumplir con los mismos, y son:
El Perdón.
Servicio,
Compasión y
Tolerancia.
Lesbia Gómez
