Antes de caminar en la tierra ......fuimos engendrados en la luz los Cielos....... nuestra felicidad es amar y brillar como todos los seres celestiales..... compartiendo y creando la unidad.....sin embargo...... las ataduras creadas en la Tierra...... nos limitan en esta labor .... de modo que...... frenamos la marcha........ soñando volver al Hogar....... donde el amor es perfecto y en la tierra nos resignamos a caminar .....
Entonces la sabiduría divina nos da la llave para entrar en la plenitud de la luz....... ser uno con el Todo ....... para unirnos con nuestra divinidad........ y en el Todo....... nuestra divinidad es amor puro.
El amor es divino en la unidad.... de forma tal que los espíritus afines se buscan y se encuentran para complementarse y ser una sola luz. . . aparecen como por magia...... como regalo divino de nuestro Padre....
El amor celestial se manifiesta en nuestro ser ......al vivir una experiencia de amor intenso como jamás sentiremos en la Tierra..... pues está unido a nuestra divinidad... Ser uno en espíritu y materia..........es abrirle la puerta al Dios que vive en nosotros....
Pero cómo conseguir esto?
Normalmente nos unimos en la tierra en vínculos que no llegan a complementarnos........ espíritu y materia no se concilian......... entonces actúa la sabiduría divina . . . Ella pide por nosotros amor....... felicidad........ todo bien . . . y un ser de luz es enviado a nuestro lado......
Un ser que aún no recordamos en este plano....pues viene del pasado... de esta vida o de otra......... un corazón sin ataduras...........que nos ayuda a romper las nuestras.
Este ser de luz nos recuerda como traer el Cielo a la Tierra por amor . . . incondicionalmente....... y permanecerá acompañándonos....... para volar juntos de regreso al Hogar . .
El ser de luz que me acompaña........ siempre dice....... “Somos dos llamas de un mismo fuego” . . .
...........Y mi divinidad responde :
Somos una sola Luz..............Un solo amor.............Una infinita paz
Así es y así será . . . en la eternidad.........
Khamiel y Cyrthel
