Ignacio Rivas
Coronando un reluciente ciclo de gran aprendizaje, hoy un águila sobrevuela tu camino anunciando que la Luz que aflora en tu Corazón será fuente de inspiración para quienes transiten la senda sagrada que muestra a la Tierra como un grandioso lugar donde jugar a seguir evolucionando. La paz de su majestuoso vuelo ayuda a recordar que elevarse y fluir son claves para completar esta fantástica travesía humana que llamamos Despertar...
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mayo 01, 2014
Debes ser consciente no solo de la belleza de la creación que hay en ti...
Debes ser consciente no solo de la belleza de la creación que hay en ti, sino también de todo el poder que tienes para sortear los obstáculos que se te presenten… para levantarte tantas veces cuando te sientas abatido ¡Qué sentido de la perfección habría si cuando te invade la tristeza, el desánimo o atraviesas circunstancias difíciles, no puedes con ellos? El Creador te ha dotado de todo… debes entender que esas situaciones, aunque temporales, no son más que el camino elegido para tu evolución. No habrá pruebas, conflictos, miedos, desazón, angustias de las que no puedas salir, aprender, crecer, transmutar. Y en ellas hay algunas cuestiones que debes comprender. Tu fe debe ser incondicional. Cuando más evolucionas, Dios querrá sacar lo mejor de ti… tendrás que esperar más de lo que creías hasta que lleguen las soluciones… quizás escuchar comentarios de tu entorno que no ayudan a tu estabilidad… y es probable que te sientas cansado y agotado. Pero tu poder está intacto y Dios sabrá cuando es el momento. Observa tu pasado… siempre saliste adelante… como se acomodaron las piezas… en cada recuerdo verás la mano de Dios ¡Qué sencillo sería para tu espíritu cumplir con tu misión, ayudar al prójimo con una vida mundana resuelta! ¡Qué fácil sería confiar en Dios! Tu fe sería una mera creencia o expresión de deseos y no un sentimiento profundo de Amor al Creador y de aceptación de que todo es Su voluntad… y la de tu esencia divina. Recuerda… las circunstancias más difíciles te servirán para aumentar tu fe, fortalecer tu espíritu y mancomunarte aún más con tu divinidad.