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mayo 01, 2014

Revelaciones

Primera revelación

El ser humano está experimentando un renacimiento de la conciencia, es un descubrimiento de naturaleza espiritual acerca del significado de nuestra existencia. Este nuevo conocimiento provocará una alteración espectacular de la cultura. Experimentamos una profunda sensación de inquietud debido a una búsqueda inconsciente de nosotros mismos y de nuestro propósito en la vida; poco a poco vamos a ir tomando conciencia de esta búsqueda y dándonos cuenta de que muchas "coincidencias" de nuestro día a día no son algo casual sino algo real que ocurre con un propósito y que nos ayuda a llevar a cabo nuestro plan vital, aquello para lo que nacimos. El número de personas conscientes de esto ha ido aumentando hasta conformar una masa crítica que permitirá que el resto de las revelaciones vayan llegando también a nuestra conciencia.

Segunda revelación

Observando la cultura dentro de su contexto histórico obtenemos una perspectiva de donde nos encontramos, una conciencia del punto de desarrollo del ser humano. Esta conciencia reemplaza la preocupación por la supervivencia y el confort seculares de estos últimos quinientos años. Si bien esta preocupación tecnológica constituyó un paso importante, nuestro despertar a las coincidencias de la vida nos abre al objetivo real de la vida humana en este planeta y a la verdadera naturaleza de nuestro universo. Ya plenamente asentados en el mundo, ha llegado el momento de atender a nuestro principal propósito en la vida.

Tercera revelación

Hay todo un mundo de energía dinámica a nuestro alrededor, ha llegado el momento en el que estamos capacitados para percibir ese campo energético, y la percepción empieza con una sensibilidad acentuada respecto a la belleza. Observar esta energía supone una nueva forma de percibir el mundo físico y un mayor entendimiento de la vida que nos rodea. Los seres humanos podemos, además, proyectar nuestra energía concentrando nuestra atención e influyendo sobre otros sistemas energéticos.

Cuarta revelación

Durante mucho tiempo hemos vivido desconectados de la fuente suprema de energía, por lo que nos sentíamos débiles, inseguros y desabastecidos; en ese clima de carencia aprendimos a "vampirizar" la energía de otros para aumentar la nuestra personal, y lo hicimos a través de la violencia en una lucha constante de poder. Esta competencia por la energía -que se traduce en impulsos de control, dominación y sometimiento- ya no es necesaria puesto que ahora volvemos a estar conectados a la fuente, y la abundancia de energía permite la transferencia "sana" entre los seres humanos y el entorno.

Quinta revelación

La clave para sobreponerse al conflicto en el mundo es la experiencia mística, descrita en todas las tradiciones, que en esta época es alcanzable para cualquiera de nosotros. Para nutrir lo místico y ampliar nuestra energía, debemos dejarnos llenar por un sentimiento de amor; un sentido de levedad y entusiasmo, así como la constante sensación de amor, son las medidas de la conexión mística.

Sexta revelación

Los humanos, a causa de sus cargas (la forma particular en que cada uno ha aprendido a lo largo de su vida a robar la energía de los demás), caen en uno o más de los cuatro "dramas de control":
Los Intimidadores roban energía del resto con amenazas, intimidando.
Los Interrogadores la roban juzgando y cuestionando.
Los Reservados atraen atención (y energía) manteníendose distantes, incluso a veces enigmáticos.
Las Víctimas nos hacen sentir culpables y responsables por ellos.
Debemos percatarnos de la dinámica familiar que ha creado nuestro drama de control y trascenderlo; el llevar a la conciencia nuestra forma particular de manipular, nos permite una conexión más constante y por tanto nos facilita el descubrimiento de nuestro camino de crecimiento en la vida.

Séptima revelación

Una vez aclarados nuestros traumas, podemos conseguir energía a través de la meditación, y empezando a hacer caso a las intuiciones, sueños, coincidencias sincrónicas, con objeto de llegar a dirigir nuestra propia transformación y evolución. Conocer nuestra misión personal aumenta aún más el flujo de coincidencias al tiempo que somos guiados hacia nuestros destinos.

Octava revelación

No evolucionamos solos, por lo que debemos practicar la "Etica Interpersonal" animando a quienes se crucen en nuestro camino; se trata de hablar con gente con quien tenemos un espontáneo contacto visual, evitar las relaciones de interdependencia, poner atención a los dramas de control de otras personas y, cuando estemos en grupo, hablar cuando sea el espíritu (no el ego) quien nos anima a hacerlo. Elevar a otras personas hace aumentar la frecuencia de las coincidencias.

Novena revelación

El propósito último consiste en evolucionar más allá de este plano. A medida que vayamos evolucionando, los medios tecnologicos se encargarán de gran parte del trabajo, lo que nos permitirá reemplazar la economía de mercado y nuestra necesidad de un empleo remunerado; así el ser humano podrá concentrarse en su crecimiento espiritual. Podemos conectarnos con la energía de divina de una manera tal que, eventualmente, lleguemos a ser seres de luz, que caminen directamente al cielo, trascendiendo el cliclo de nacimiento y muerte y uniendo esta dimensión de la existencia con la dimensión ultramundana.